¿Qué pueden tener en común la madrugada del Jueves Santo, la puerta del Convento de Santa María de Gracia, el azulejo de Nuestra Señora de Villaviciosa y la torre de San Lorenzo?. Todos ellos fueron testigos la pasada Semana Santa de la simbiosis que existe entre nuestra cuadrilla y la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras de Granada. Pero antes...
Caminar y música hicieron que Nuestro Padre Jesús del Calvario venciera al frío en la gélida Plaza de las Tendillas. -Él ha llenado la plaza-, se escuchaba tras los respiraderos mientras el paso que tallara Guzmán Bejarano emergía de la calle Claudio Marcelo y presentara a la ciudad al Hombre.
Los Sones del tambor estremecían las paredes de la calle Deanes y convertidas por unos instantes en el manto de Caifás, "rasgaron sus vestiduras" para que el Hijo siguiera el camino para el que había sido concebido.
Y por fin las cornetas. Ángeles llegados desde la Alhambra anunciaban el omega del Miércoles Santo, y allí, tras cruzar el Arco de Bendiciones, estaba Dios.
¿Qué pueden tener en común la madrugada del Jueves Santo, la puerta del Convento de Santa María de Gracia, el azulejo de Nuestra Señora de Villaviciosa y la torre de San Lorenzo?.
Señores, vuela el Señor, el paso y con ellos el martillo. Ámono otra vez corazón!!
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